Ayer un amigo de Barcelona y
después de hablar un instante sobre las elecciones del domingo me dijo, pero a
ti, ni se te ocurra hablar del asunto, ten cuidado, la gente te conoce y no deberías
posicionarte.
Llevo todo el día con ese run,
run, hablar o no hablar, pues lo siento yo no soy de callarme, este blog se
llama “A Veces Cuando Pienso Demasiado” y que se entienda, como se quiera.
Yo no quiero que Cataluña se
independice, no quiero una España sin Cataluña, porque eso ya no sería España, pero
tampoco quiero una España como la de los últimos años, atestada de corruptos,
tramposos, oportunistas casposos y gobernantes ocurrentes.
Quizás sea un iluso, pero a mí me
gustaría un país gobernado por los mejores, los más preparados. Yo quiero una
España en la que la mayoría se sienta cómoda, yo quiero un país moderno, con
leyes modernas, comprometido con los derechos sociales, con el medio ambiente, absolutamente laico,
comprometido con la cultura, y con la formación de sus ciudadanos. Con una clara separación de poderes y con un
reconocimiento de todas las lenguas de nuestro país como propias.
Quiero un país donde todas las
regiones que los conforman, sean solidarias entre sí, para garantizar el
desarrollo de todas ellas. Quiero un país que premie a los primeros de la
clase, y les brinde a estos la
oportunidad de ayudar a los últimos, porque no hay mayor que recompensa.
Quiero un país nuevo y ojala
estas elecciones de Cataluña, nos traigan ese país nuevo que la mayoría
ansiamos.
Ojala que mis amigos catalanes
voten para seguir juntos. Creo que si las posiciones se distancian en exceso,
nos haremos un daño irreparable.
Lo ideal es dar por el saco a
todo lo viejo, y votar por aquellos que nos
ofrecen la promesa de hacer juntos una España nueva, sin imposiciones, recuperando el consenso, a través
del dialogo, el respeto y la participación de todos.
Yo confío en el sentido común de
mis primos de Vic, de Sant Quirze de Besora, y de Mataró, de mis amigos de
Tarrasa y de Barcelona, confío en los de Sant Joan de les Abadesses, confío en
el buen criterio de todos ellos y creo que el Domingo por fin, acabaremos con todo
lo viejo que nos confunde y nos enfrenta.
Buena suerte y feliz noche.
Al caigut dona-li la
mà i ell després t'ajudarà.